El tipo de instalación es un factor que podrá influir significativamente en su elección. Sin entrar en detalles sobre cómo instalar el fregadero, a continuación presentamos la información más pertinente sobre los diferentes fregaderos en función del tipo instalación:
Los más comunes son los fregaderos sobre encimera, que se insertan en el hueco de la encimera que ha sido cortada previamente. El borde del fregadero descansa sobre la superficie de la encimera, ocultando las imperfecciones del recorte.
Los fregaderos bajo encimera son muy similares a los primeros, pero se colocan con el borde por debajo de la superficie de la encimera. Estas pilas ocupan menos espacio, pues no restan ni un centímetro a la zona de trabajo y son más fáciles de limpiar, dado que no tienen juntas. Para un resultado perfecto, es indispensable que el recorte realizado en la encimera sea absolutamente preciso, cuyas dimensiones se ajusten perfectamente a las paredes de la cubeta. Son modelos ideales para cocinas de diseño minimalista.
Los fregaderos frontal visto están montados en la parte superior de un armario y quedan parcialmente encastrados en la encimera, con la parte frontal visible. Asegúrese de que el armario que le servirá de base tenga las dimensiones adecuadas para que el fregadero esté bien apoyado y a la altura correcta. Estos fregaderos suelen tener una cubeta amplia y profunda, y se integran armoniosamente en las cocinas tradicionales o rústicas.
Existen otros tipos menos comunes, como los fregaderos sobre mueble, los fregaderos con base y los fregaderos monobloque. Estos últimos son más higiénicos y fáciles de limpiar debido a la ausencia de juntas, donde puede acumularse suciedad. Se pueden hacer a medida en acero soldado o en materiales compuestos, como el corian.
Fregadero sobre encimera MUNDILITE
Fregadero bajo encimera ZECCHINON
Fregadero frontal visto HERBEAU