Cuando elija el material de la estantería, asegúrese de que es adecuado para el entorno y el uso previsto. Aquí tiene información sobre los más comunes.
Estantes de cristal de Fiam Italia
Las estanterías de madera pueden ser de madera maciza o de materiales derivados de la madera, como contrachapado, MDF y aglomerado. Las estanterías de derivados de la madera, como el MDF o el aglomerado, son más baratas que las de madera maciza y suelen tener un acabado lacado, laminado decorativo de baja presión o laminado de melamina (más conocido como Formica, la marca comercial), entre otros. Suelen ser una opción más económica y están disponibles en una gran variedad de colores y diseños, como la imitación de la madera. Las estanterías de contrachapado están formadas por finas láminas de madera superpuestas en capas cruzadas y encoladas entre sí. Son mucho más resistentes que el aglomerado y una buena alternativa más asequible a la madera maciza.
Las estanterías metálicas se utilizan mucho como elemento decorativo y funcional. Las estanterías de acero inoxidable y aluminio son impermeables, fáciles de limpiar, inodoras y resistentes a la corrosión, por lo que son una buena elección para cocinas y baños. Para entornos con altos requisitos de higiene, como cocinas profesionales o laboratorios, suele preferirse el acero inoxidable por su mayor durabilidad. Las estanterías metálicas para almacenaje suelen ser modulares y existen distintos sistemas de montaje, como la fijación rápida, la mortaja y el voladizo. Las estanterías de acero son unas de las más utilizadas en almacenes y trasteros porque ofrecen gran resistencia y gran capacidad de carga. El aluminio no es tan resistente, pero es mucho más ligero y fácil de reciclar.
Las estanterías de madera maciza destacan por su durabilidad y pueden restaurarse más fácilmente que las de madera. Aun así, es aconsejable aplicar un barniz u otro tipo de protector para que no se manchen. La densidad, resistencia, disponibilidad y precio de la madera varían. En general, las maderas blandas, como el pino, son más baratas que las duras porque sus árboles crecen más rápido y, por tanto, hay más oferta en el mercado. Las maderas duras tienen mayor densidad y, por tanto, mayor resistencia. Son apreciadas por su belleza y sus propiedades técnicas especiales. La teca, por ejemplo, tiene propiedades naturales de impermeabilización y resistencia a la intemperie, lo que la convierte en el material preferido para estanterías de exterior o de baño.
Las estanterías de cristal son fáciles de limpiar y combinan bien con otros materiales, como el metal o la madera. En cristal transparente o espejado, dan la sensación de un espacio más amplio y favorecen la luz en la habitación. Estas estanterías suelen ser de cristal templado o laminado por motivos de seguridad, pero aun así pueden astillarse o agrietarse. Es preferible no optar por este material en determinados lugares, como trasteros, escuelas, bibliotecas, etc., con un gran número de usuarios, especialmente niños.