Qué radiador de agua caliente elegir

Los radiadores de agua caliente utilizan el agua calentada en una caldera y su capacidad para transmitir el calor. Estas calderas pueden funcionar con gas, fuel o leña. En lo que a la distribución se refiere, se utilizan tubos para transportar el agua fría hasta la caldera y para distribuir el agua caliente por los diferentes radiadores.

Los radiadores de agua caliente se basan hoy en los últimos avances tecnológicos: algunos radiadores vienen equipados con módulos que detectan los hábitos de vida para adaptarse a ellos. Los radiadores se ajustan individualmente. Asimismo, existen sistemas que ofrecen la posibilidad de controlar los radiadores a través de un mando a distancia o de un teléfono inteligente o tableta. Esto permite ajustar la temperatura y conocer en todo momento el consumo de energía.

Ver radiadores de agua caliente

  • ¿Cómo elegir un radiador de agua caliente?

    La instalación de un sistema de calefacción central requiere el uso de radiadores de agua caliente. Este tipo de radiadores utiliza un fluido transmisor térmico, el agua, que circula por su interior para ir liberando su calor. El agua se calienta previamente con ayuda de una caldera —de gas, de leña o de aceite—, de una bomba de calor o de placas solares. A continuación, se distribuye a cada uno de los aparatos, que irradian el calor en la estancia donde se encuentran.

    Para elegir el radiador más adecuado, habrá que atender a las particularidades y la intensidad de uso de cada habitación. Es importante saber en qué habitaciones se requiere un buen confort térmico. Las zonas de paso o las habitaciones poco utilizadas requieren menos calefacción. Los baños tienen necesidades específicas, entre ellas los toalleros, y requieren un mayor nivel de calefacción que cualquier otra habitación de la casa. Para identificar el tipo de radiador idóneo, se deberán tener en cuenta los siguientes parámetros:

    • El tipo de habitación.
    • La superficie de la habitación.
    • El estilo de vida.

    Existen dos tipos de radiadores de agua caliente:  un modelo de baja temperatura y otro de alta temperatura. Los modelos de alta temperatura utilizan agua a entre 70 °C y 90 °C y suelen ser más baratos que los modelos de baja temperatura. No obstante, reducen el rendimiento de las calderas de baja temperatura. Los modelos de baja temperatura utilizan agua a 45 °C y 50 °C y son más eficientes energéticamente porque requieren un menor esfuerzo de la caldera.

    Se pueden instalar en cualquier habitación: en el salón, el dormitorio, el despacho e incluso el baño.

  • ¿Qué diferencias existen entre los radiadores de agua caliente de alta temperatura y los de baja temperatura?

    Los radiadores de alta temperatura y los radiadores de baja temperatura tienen exactamente la misma función. La diferencia reside en la temperatura del agua: 90 °C en los radiadores de alta temperatura y 50 °C en los de baja temperatura.

    La temperatura del agua limitada a 50 °C permite ahorrar energía. Se reducen así los esfuerzos de la caldera y el radiador. De esta manera, el consumo de energía es considerablemente más bajo que con radiadores tradicionales. Sin embargo, para proporcionar la misma cantidad de calor con un menor consumo, la superficie debe ser mayor. Los radiadores de baja temperatura son, por consiguiente, más anchos. Este tipo de radiador también debe combinarse con una caldera de baja temperatura o con una bomba de calor para un uso y eficiencia óptimos.

  • ¿Qué diferencias existen entre un radiador de hierro fundido, un radiador de acero y un radiador de aluminio fundido?

    Radiador de agua caliente de aluminio fundido FERROLI

    Los radiadores de hierro fundido son los más habituales. Tienen una buena inercia y, por lo tanto, pueden retener e irradiar el calor durante un largo periodo de tiempo, incluso después de apagar el radiador. Sin embargo, estos radiadores tardan más en calentarse. Por lo general, son muy pesados y su precio es bastante elevado.

    Cuando el radiador deba irradiar rápidamente el calor, el acero será la mejor opción. Sus paredes metálicas son muy delgadas, lo que le permite acumular y difundir el calor sin tardar. La baja inercia del acero no le permite irradiar el calor durante largos periodos de tiempo, a diferencia del hierro fundido. Además, los radiadores de acero se enfrían muy rápido cuando se apagan. Por este motivo, se recomienda utilizar radiadores de acero en habitaciones bien aisladas o poco utilizadas. Son más baratos y ligeros que los radiadores de hierro fundido. Suelen ser de diseño y están disponibles en varias formas, tamaños y colores.

    El aluminio es un material conductor con buena inercia que acumula rápidamente calor y lo irradia lentamente. El diseño de los radiadores de aluminio es más clásico. El aluminio combina las ventajas del hierro fundido con las del acero a un precio asequible.

    • Importante: no es posible instalar radiadores aluminio fundido en circuitos con radiadores de hierro fundido o de acero. La instalación varios radiadores de diferentes materiales en un mismo circuito de calefacción central puede provocar corrosiones debido a la incompatibilidad de estos materiales. Habrá que conocer el material de fabricación de los radiadores existentes antes de instalar un radiador nuevo de aluminio o acero.
  • ¿Por qué forma optar a la hora de elegir un radiador de agua caliente?

    Radiador de agua caliente vertical SCIROCCO H

    Los radiadores horizontales son los más comunes; si bien, los modelos extraplanos se funden mejor en el entorno y aportan un toque moderno a la vivienda. Los modelos de zócalo son discretos y permiten optimizar el espacio, aunque su instalación requiere más tiempo. Existen modelos a medida que pueden adaptarse a habitaciones asimétricas e instalarse, por ejemplo, bajo un techo inclinado o una barandilla de escalera.

    • Los radiadores verticales son especialmente adecuados para la cocina, sobre todo aquellos que disponen de una barra para secar paños y servilletas.
    • Para el cuarto de baño o la lavandería, la opción toallero es perfecta. Existen los modelos de escalera, a la vez radiador vertical y el toallero, idóneos en términos de calefacción y funcionalidad.
    • Para las habitaciones principales, especialmente el comedor, se pueden elegir radiadores de diseño, que algunos admirarán como obras de arte.
    • Los radiadores horizontales son ideales para pasillos, vestíbulos y zonas de paso debido la disposición longitudinal de estas áreas.
  • ¿Cómo calcular la potencia de un radiador de agua caliente?

    La potencia de un radiador de agua caliente dependerá de:

    • La superficie o el volumen que haya que calentar.
    • La calidad del aislamiento térmico.
    • Las condiciones ambientales y la exposición —temperaturas invernales, altitud, cantidad de sol, etc.—.

    Para una vivienda bien aislada con techos a una altura de 2,5 metros, se necesitará una potencia de calefacción de 100 W por m², excepto en el cuarto de baño, donde serán necesarios 125 W por m².

    En las habitaciones grandes, será más conveniente instalar varios radiadores de potencia media que uno solo de alta potencia. Esto garantizará una mejor distribución del calor y un menor tiempo de caldeo de la habitación.

  • ¿Cómo instalar un radiador de agua caliente?

    Los radiadores de agua caliente son más fáciles de instalar en viviendas de obra nueva que en viviendas en reformas. Será necesario un circuito hidráulico, en caso de no haber sido instalado previamente. Las viviendas en renovación requerirán obras adicionales para poder conectar los radiadores de agua caliente a la caldera.

  • Consejos de uso y mantenimiento de los radiadores de agua caliente

    Los termostatos permiten ajustar la temperatura en cada habitación para disfrutar del máximo confort. Los radiadores se pueden limpiar con ayuda de escobillas en ángulo para eliminar fácilmente el polvo. Es importante purgar los radiadores al principio y al final del invierno para optimizar su rendimiento.

    Guía para purgar los radiadores de agua caliente: Apagar primero la calefacción central para evitar quemaduras o daños por el agua. A continuación, colocar una toalla debajo del radiador para absorber cualquier escape de agua. Localizar grifo de purga, a uno de los lados del radiador, y aflojarlo con ayuda de unos alicates o de un destornillador. Escuchar un silbido significará que el aire está saliendo del radiador. El agua empezará a correr cuando no quede aire dentro. Dejar que corra el agua durante unos segundos y apretar el grifo de purga.

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