Las diferentes tecnologías son equiparables en términos de calidad, aunque cada una responde a hábitos, necesidades y morfologías específicas. Las necesidades de cada uno determinarán que se opte por un colchón de muelles, de látex, de espuma o con memoria de forma. Algunos fabricantes ya proponen combinaciones de materiales, de látex natural con gránulos de caucho, entre otros. Conocer el tipo de colchón también contribuye a hacer la elección correcta.
Colchón de muelles Twils
Colchones de muelles: este tipo de colchón es especialmente apto para personas que traspiran bastante por la noche ya que disponen de aireación natural, además de absorber los movimientos del cuerpo. Estos colchones también pueden incluir varias tecnologías al mismo tiempo: muelles bicónicos, muelles ensacados, muelles continuos. Los muelles bicónicos garantizan un confort dinámico y progresivo. Son especialmente adecuados para personas corpulentas o para quienes deseen una comodidad dinámica. Los colchones de muelles ensacados, debido a la diversidad de muelles y a la independencia de movimientos—cada muelle reacciona por separado—, así como a sus zonas de confort diferenciadas, son especialmente recomendables para las personas que se agitan más durante el sueño. Estos colchones garantizan la firmeza gracias a su carcasa de muelles. Un gran número de muelles es sinónimo de confort, independientemente de su la naturaleza.
Colchón de látex Dormiente
Colchones de látex: la principal ventaja del látex es su comodidad. Este material, fabricado a base de hevea, ofrece una elasticidad excepcional y, por tanto, una gran comodidad a la hora de dormir, además de una alta resistencia al paso del tiempo. Puede ser de origen natural o sintético y dota a los colchones de cualidades hipoalergénicas, lo que los hace perfectos para personas propensas a las alergias. Por lo general, se recomiendan para personas con problemas de espalda. Los colchones de látex, con estructura perforada o alveolar, presentan una aireación y un control de la humedad excelentes. Aseguran siempre un gran confort gracias a su alta densidad, ya sea en camas individuales o de matrimonio.
Colchón de espuma Golden Night
Colchones de espuma: existen varios tipos de espuma —de poliuretano, de alta resiliencia, con memoria de forma, etc.—. Todos ellos tienen algo en común: garantizan un gran confort siempre y cuando tengan una densidad superior a 35 kg/m³. Por este motivo, será mejor optar por las espumas de alta resiliencia HR/HD, que presentan una elasticidad y confort mejores. Son más resistentes al paso del tiempo y también más asequibles. Para niños o personas con un peso inferior a 60 kg, será preferible una densidad inferior a 35 kg/m³. Cuanto mayor sea la densidad, más cómodo será el colchón. Otra ventaja de los colchones de espuma es su peso. Son más ligeros que los modelos de látex o de muelles y, por consiguiente, más fáciles de manejar y transportar. Es un punto importante en caso de vivir solo o de padecer problemas de espalda.
Colchón con memoria de forma Golden Night
Colchones con memoria de forma: la espuma viscoelástica, también conocida como espuma con memoria de forma, alivia eficazmente los dolores de espalda, reacciona al calor corporal y se adapta a la morfología del cuerpo al tiempo que proporciona un buen confort. La espuma se aplica como primera capa de acogida o bajo el relleno tradicional, en cuyo caso también ofrece muy buena independencia al dormir. Esta espuma de poliuretano de muy alta densidad, creada originalmente por la NASA para aliviar la presión experimentada por los astronautas durante el despegue, se adapta perfectamente a cada morfología, limita los puntos de presión gracias a través de una densidad de entre 50 kg/m³ y 80 kg/m³ y mejora así la calidad del sueño.